Hola amigos!! Estoy empezando con esto del especial de Halloween!
Y es que en estas semanas, hasta el día de Halloween estaré subiendo cosas de terror o cosas que vengan con el tema de Halloween y algo que me gusta mucho son los creepypastas y hay unos que me gustan mucho, aquí les traigo algunos de los que me han gustado, son muy cortos, espero que les gusten tanto como a mi y pasen unos momentos de sustitos como me paso a mi!
una feliz pareja llevaba años de casados , pero la novia nunca quiso revelar que significaba ese cordel en su cuello , lo unico que hizo fue decirle a su marido que si la amaba nunca lo retirase. el hombre, claramente obedecio, los años pasaron y la curiosidad lo intrigaba, no se lo sacaba para comer, cuando se desvestia, inclusive cuando se bañaba.
hasta que un dia no pudo mas, la curiosidad le gano. se acerco a la escalera y empezo a besar a su esposa. segundos despues tomo el cordel, y tiro de el. en el segundo que jalo del cordel la cabeza de su mujer rodo por las escaleras.
DILE A MIS PADRES
Después de haber reñido con sus padres por una fiesta a la que no la dejaban ir, una joven chica decide ir a pesar de todo. Para ello se escapa de su casa, saliendo por la ventana de su habitación. Una vez en la fiesta, conoce a un chico bastante mayor que ella. Hablan, ríen… hasta que él le propone ir a otra fiesta, mucho más animada que la que están. Ella acepta (el chico le gusta mucho) y van en el coche de él. Cuando han llegado a la fiesta nueva, el chico bebe más de la cuenta haciendo sentir incómoda a la joven, y ésta le pide que la lleve de regreso a la otra fiesta, en donde están sus amigos. Él accede, pero en el trayecto por la carretera sufren un brutal y terrible accidente.Al despertar, la muchacha está en la cama de un hospital. Una enfermera le cuenta que su amigo que conducía había fallecido, y que también habían muerto los pasajeros del otro coche. El dolor de su alma era muy fuerte, pero el de su cuerpo aún más. Sintiendo que su muerte estaba próxima, la muchacha pidió a la enfermera que la disculpara con sus padres, diciéndole que estaba muy dolida por haberlos desobedecido y que no se reprocharan nada, que todo esto había sido sólo culpa suya.
Poco tiempo después la muchacha murió. Llegaron los amigos de la chica, que fueron al hospital para enterarse del trágico accidente. Uno de ellos le preguntó a la enfermera si la chica había dejado un mensaje; pero la enfermera contestó que no, que no había dicho nada. Otra enfermera escuchaba la conversación y se intrigó mucho, porque ella sabía que la chica sí había dejado dicho algo para sus padres. Al preguntarle a su colega por qué había mentido, ésta contestó que no sabía qué decirles: las dos personas que habían muerto en el otro coche… ¡eran los padres de la chica!
LA ESTATUA
Una pareja de esposos decidieron salir una noche a pasear por ahi. Contrataron una niñera, a la cual dejaron a cargo de los dos niños pequeños. Cuando los niños se durmieron, la chica subio al cuarto principal para ver un poco de televisión.
Minutos mas tarde, el telefono celular del padre de los niños empieza a timbrar. Este contesta.
- "Diga?".
- "Si, habla Alison, la niñera".
- "¿Esta todo bien por alla, Alison?"
- "Si, todo bien. Señor, llamaba para preguntarle si acaso podria poner una sabana o algun mantel encima de la estatua del angel que tienen al lado de la ventana de su cuarto.. Es que me pone nerviosa...."
El padre guardo un silencio tenso durante algunos segundos.
- "Alison, escucha: Toma a los niños y sacalos cuanto antes de la casa. Yo mientras tanto llamare a la policia.... Nosotros no tenemos ninguna estatua de un angel en la casa".
Cuando la policia llego a la casa, se encontraron los cadaveres horriblemente mutilados de la niñera y los dos niños. Nunca se encontro una estatua de un angel ni nada parecido
LA TRAMPA DEL CARNICERO
En Berlín, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el dinero escaseaba, los suministros se agotaban, y parecía que todo el mundo moría de hambre. Durante este período, las personas contaron la historia de una joven que decidió ayudar a un hombre que caminaba a ciegas entre una multitud.
La leyenda cuenta que ambos comenzaron a conversar y el hombre le preguntó si podía hacerle un favor: “¿Podrías entregar esta carta en la dirección escrita en el sobre?” Bueno, el lugar le quedaba de camino a su casa, por lo que ella acepto sin más. La chica comenzó su camino para entregar el mensaje, cuando notó algo en la dirección, un número que no podía distinguir, no sabía si se trataba de un “4” o “9”. Se volvió de nuevo hacia el hombre ciego y se dio cuenta de que había emprendido una huida entre la gente sin sus gafas oscuras ni su bastón, como si estuviera huyendo.
Ella, por supuesto, encontró aquella actitud sospechosa, y en lugar de ir a casa fue a la policía. La policía, que tenía sospechas de que algo estaba pasando en la región por los incidentes registrados, visitó la dirección para comprobar si existía alguna conexión con sus sospechas. Una vez allí, hicieron un descubrimiento aterrador, tres carniceros cortaban carne humana y la vendían a la gente hambrienta por un precio amigable.
¿Sabes lo que había en la carta que el hombre le dio a la joven? Una nota, apenas se limitaba a decir: “Esta es la última que mando para ustedes hoy.”
AL LADO DE LA CAMA
El celular empezó a sonar.
La chica en la cama se revolvió inquieta y llamó a su pareja con voz adormilada.
-¿Jake, no escuchas? Contesta- Silencio.
Se removió un poco más y se decidió a pasar el brazo alrededor del bulto que había a su lado para tomar su celular. Se preguntaba quién podría estar llamándole a tal hora de la noche.
-¿Bueno?
-¿Jess? Soy yo, Jake, me falta todavía un poco de trabajo para terminar, te llamo para que no me esperes despierta…-pero ya no escuchó más, el celular cayó a su lado y volteó hacia el bulto que se encontraba a su lado y que ahora sabía que no era Jake. -
EL PISO DE ARRIBA
Cuando era niño mi familia se mudó a una casa vieja y enorme de dos pisos, con espaciosos cuartos vacíos y tablones que rechinaban. Mis padres trabajaban, así que usualmente me quedaba solo al venir de la escuela. Un día que llegaba un poco tarde, la casa todavía estaba oscura. «¿Mamá?», llamé, y la escuché decir con voz cantarina «¿Siiiiiií?» desde el piso de arriba. La llamé de nuevo mientras subía las escaleras para ver en qué habitación se encontraba, y de nuevo me respondió con un «¿Siiiiiií?».
Estábamos redecorando para ese tiempo, y no sabía ubicarme entre ese laberinto de habitaciones, pero ella estaba en una de las más alejadas, al final del pasillo. Me sentí intranquilo, pero supuse que era normal y me dirigí a ver a mi madre, sabiendo que su cercanía apaciguaría mis miedos. Justo cuando tomé la perilla para entrar en la habitación, escuché la puerta principal abrirse y a mi mamá decir, «Cariño, ¿estás en casa?» con una voz alegre. Di un salto hacia atrás, sobresaltado, y corrí hacia las escaleras para ir con ella; pero cuando volteé desde los primeros escalones, la puerta de esa habitación se abrió lentamente haciendo un quejido. Por un breve instante, pude ver algo ahí adentro. No sé lo que era, pero me estaba mirando.
NO SOLO LOS PERROS LAMEN
Al llegar la noche, cerró todas las puertas y trató de cerrar las ventanas, pero una se negó a cerrarse. Después de mucha insistencia, la chica se rindió y dejó la ventana abierta. Se dio un baño y se fue a dormir. Su perro tomó su sitio de costumbre bajo la cama.
En el medio de la noche se despertó debido al sonido de un goteo constante proveniente del cuarto de baño. Estaba demasiado asustada para ir a ver de qué se trataba. Metió la mano debajo de la cama y sintió una lamida. Eso la calmó y volvió a dormir. Más tarde, se despertó nuevamente con el sonido de las gotas. Temerosa, una vez más extendió su mano debajo de la cama, sintió una lamida y se volvió a dormir. Despertó más tarde nuevamente, extendió otra vez su mano y sintió la lamida.
Preocupada por el sonido del goteo, ella se levantó y caminó lentamente hacia el baño. El sonido de las gotas cayendo se hacía cada vez más fuerte mientras ella se acercaba. Llegó al cuarto de baño y encendió la luz. Ahí mismo fue testigo de una escena horrible: colgando en la ducha estaba su perro, con un corte a lo largo de toda la garganta y la sangre goteando en la bañera.
En el espejo del baño, algo llamó su atención. Escrito con la sangre de su perro estaban las palabras “NO SOLO LOS PERROS LAMEN“. La chica entró en pánico y salió corriendo hasta la granja más próxima, hasta el día de hoy no sabe quién o que mató al animal.
EL ANCIANO
Cuenta la leyenda que se podía ver a un anciano muy triste vagando por las calles de una pequeña ciudad en el norte de los Estados Unidos. Hacía mucho que el anciano andaba sin un rumbo, siempre con esa incertidumbre que por momentos tenemos, de no saber lo que vamos a hacer.
Cierta noche, el anciano caminaba por una calle oscura que finalizaba en una encrucijada. Sin rumbo, perdido en el medio de la negrura de la noche que lo rodeaba, comenzó a escuchar una voz, al inició distante e indistinguible, pero que pronto aumentó y daba la impresión de que se estaba acercando. En la penumbra, el anciano logró ver la forma de una mujer, que cantaba sus palabras, y asustadiza se aproximaba en dirección al anciano diciendo, “¿Cuál es tu tercer deseo?”
El viejo, bastante aturdido, hacia un esfuerzo por ver a la mujer. Continuó su camino, pensando que no se dirigía a él. Pero la mujer se volvió, bailando y tarareando las palabras en torno al anciano: “Ahora tu tercer deseo. ¿Cuál es? ”
El hombre, ya enojado, se detuvo. Trató de enfocar su mirada sobre la agitada mujer y preguntó:
– “Maldita sea, ¿Qué quieres mujer?”
Ella nuevamente le dijo cantando:
-“Tu tercer deseo.”
-“¿Tercer deseo?” – El viejo estaba confundido – “¿Cómo puedo tener un tercer deseo si no he tenido un primero ni un segundo?”
– “Ya has tenido tus dos deseos” – tarareo la mujer- “pero tu segundo deseo fue que yo volviera todo a como era antes de que pidieras tu primer deseo. Es por eso que no recuerdas nada; porque todo es como era antes de cualquier deseo.”
Ella continuó, apresurando al pobre hombre. “Entonces, tienes un deseo restante. ¿Qué vas a pedir?”
– “Está bien” – exclamó el anciano – “Yo no creo en esto, pero no hay nada de malo en desear. Yo deseo saber quién soy.”
“Que divertido,” – dijo la mujer mientras cumplía el deseo y desaparecía – . “ese fue tu primer deseo.”
Hoy en día se sabe que aquel anciano cambiaría todo lo que tiene por no saberlo.
LA FOTO DEL CELULAR
La Historia tenebrosa de la foto del celular:
“Hace algunos años, la prima de un amigo (madre soltera) ganó en su cumpleaños un celular nuevo. Después de un largo día de trabajo ella dejo su teléfono sobre la mesa y comenzó a ver la televisión cuando, luego de regresar de la escuela, su hijo se le acercó y le preguntó si podía jugar con el nuevo dispositivo. Se lo permitió, pero le dijo que no llamara ni enviara mensajes de texto a nadie, situación con la que inmediatamente estuvo de acuerdo el niño.
Alrededor de las 11:20 de la noche, cuando finalmente se cansó de ver la televisión, decidió llamar a su hijo e ir a dormir. Se dirigió a la habitación del niño, sólo para ver que él no se encontraba allí. Luego fue a su habitación para encontrarlo durmiendo en su cama con el teléfono en la mano. Al navegar por su teléfono celular, se dio cuenta de algunos cambios menores, tales como un nuevo papel tapiz, un tono de llamada diferente, etc.
Cuando llegó a la sección de fotos comenzó a borrar las últimas imágenes capturadas hasta que se encontró con la última. Cuando la vio por primera vez, no podía creerlo. Era su hijo, durmiendo en su cama, pero la foto parecía haber sido tomada por alguien más. Era la mitad izquierda de un rostro de algo que aparentaba ser una mujer anciana”.
NO BAJES
Cuando era pequeña, mi familia se mudó a una enorme casa de dos pisos. Era una construcción muy vieja, con techos altos, grandes ventanales y tablones que rechinaban.
Yo dormía en uno de los cuartos de la planta alta, al fondo de un largo pasillo con varios pares de puertas. Era común que me quedara allí jugando por horas con mis muñecas, pues al ser hija única, los juguetes eran mi única compañía.
Una tarde, mientras terminaba de peinar a mi muñeca favorita, escuché la voz de mi mamá, que me llamaba desde la cocina, en la planta baja.
Me levanté de un salto y salí corriendo del cuarto a toda velocidad, pues a mi madre nunca le ha gustado que la hagan esperar demasiado.
Antes de llegar a la escalera, sentí cómo un par de manos me tomaron por debajo de los brazos y me llevaron hacia el interior de una de las habitaciones.
Mi corazón dio un vuelco y la impresión me hizo soltar un grito muy agudo. Un instante después, me di cuenta que el misterioso par de manos pertenecían a mi mamá, que en ese momento, estaba cerrando la puerta con una expresión de terror en su rostro.
Se acercó a mí, y en voz baja me dijo: —No bajes a la cocina… Yo también lo escuché.
hac emucho cuando era pequeño me gustaban los peluches y pues era divertido jugar con ellos pero mi preferido era un panda siempre jugaba con el pero un dia me olvide de el,
ya han pasado 6 años desde que no veo a ese panda pero hoy cuando llegue a casa no habia nadie fui al sotano a bajar unas revistas y vi la cabeza de mi padre degollada mi madre estaba abierta a la mitad sentada en la silla del atico sin sus organos abierta ahora estoy en mi cuarto acabo de escuchar un ruido debajo de mi cama era el ahora estoy en el piso escribiendo esto desde mi celular y el esta mirandome fijamente........... Mensaje enviado
LISTA DEL SUPERMERCADO
Recibió una llamada de su madre. Debido a que su automóvil había estado en el taller, le pidió que fuera al supermercado a traer algunas cosas por ella. Pan, leche, cereal y pechugas de pollo.
Después de apuntar todo, entró al auto y fue a hacer el recado. La cajera le hizo un comentario extraño:
—No estamos en riesgo de quedarnos sin leche, ¿sabes?
Tras llegar a la casa, llamó a la puerta varias veces. No hubo respuesta, por lo que trató de girar la perilla, pero al comprobar que tenía seguro decidió entrar por la puerta trasera. Dejó la bolsa del supermercado en la mesa de la cocina. Qué raro… parecía que habían seis bolsas más, todas con los mismos productos. En un par de ellas, el pollo y la leche estaban en mal estado. «¡Mamá!», llamó, pero no la oyó responder. Se dirigió a la sala de estar.
Sentada en el sillón, decapitada y con su cabeza colocada perfectamente sobre sus rodillas, estaba su madre.
Como era de esperarse, llamó a la policía, quienes no tardaron en venir a investigar. Los oficiales le informaron que su madre había estado muerta casi por una semana. Además, el psiquiatra de la policía estaba en la escena y le habló después de que tomaron su declaración inicial. Estando sentado en la entrada de la casa, escuchó casualmente la conversación entre el psiquiatra y un oficial.
—No es raro que las personas que padecen de esquizofrenia queden atrapadas en una serie de comportamientos repetitivos.
…Pensó para sí mismo que no podían estar hablando de él. ¿Esquizofrenia? Ni hablar. ¿Comportamiento repetitivo? ¿Acaso pensaban que él había cometido el crimen?
De repente, su celular timbró.
—¿Aló?
—Hola cariño, soy yo. ¿Podrías pasar por el supermercado y traerme unas pechugas de pollo y leche? Ah, y también necesito pan y cereal.
—No hay problema mamá. Iré en un momento.
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LA INEXPRESIVA
En junio de 1972, una mujer apareció en el hospital Cedar Senai vestida solamente con una bata blanca cubierta de sangre. Esto por sí solo no era nada extraño, pues la gente solía tener accidentes cerca y venía al hospital más cercano para recibir asistencia médica. Pero había una cosa que hacía que las personas que veían a esta mujer huyeran aterrorizadas: ella no era precisamente humana. Se parecía a algo así como un maniquí, pero tenía la destreza y la fluidez de un ser humano normal. Su rostro era tan impecable como el de un maniquí, desprovisto de cejas y lleno de maquillaje.
Desde el momento en que entró al hospital hasta que fue llevada a un cuarto para proceder con la sedación, permaneció completamente tranquila, inexpresiva e inmóvil. Los doctores habían decidido sujetarla hasta que las autoridades llegaran y ella no protestó. No pudieron sacarle ningún tipo de respuesta, y la mayor parte de los empleados se sentían bastante incómodos al mirarla por más de unos segundos.
Pero al momento en que el personal trató de sedarla, opuso resistencia con una fuerza extrema. Dos empleados la sujetaban mientras se levantaba de la cama inexpresiva. Luego giró sus ojos impasibles hacia el doctor e hizo algo inusual. Sonrió. En cuanto lo hizo, la enfermera gritó y la soltó por la impresión; ya que en la boca de la mujer no habían dientes humanos, sino unos más largos y afilados. Muy largos como para que su boca no se pudiera cerrar sin causarle alguna herida…
El doctor la miró fijamente por un momento, antes de preguntarle, «¿Qué mierda es usted?».
Ella recostó su cabeza sobre su hombre para observarlo, aún sonriendo. Hubo un largo silencio, el personal de seguridad ya había sido alertado y se le podía escuchar corriendo por el pasillo.
En tanto él se volvió hacia el sonido de las pisadas, ella se le abalanzó, hundiendo sus dientes en la parte anterior del cuello del doctor, arrancando su yugular y dejándolo caer al piso. Luego se inclinó hacia él, mientras jadeaba y se ahogaba en su propia sangre, y le susurró al oído:
—Yo… soy… Dios.
Los ojos del doctor se llenaron de terror mientras la miraba voltearse tranquilamente y caminar hacia los guardias. Lo último que vio fue cómo se daba un festín con ellos, uno por uno.
El doctor que sobrevivió al incidente la nombró «La Inexpresiva».
Nadie nunca la volvió a ver.
Fuentes:
http://www.taringa.net/posts/paranormal/16366971/Creepypastas-Cortos-Pero-Buenos-Creepypastas-MEGA-POST.html
http://creepypastas.com/mas-creepypastas-cortos.html
http://www.identi.li/index.php?topic=284727
http://marcianosmx.com/6-historias-clasicas-creepypasta/
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