Hey,
¿Qué tal todo lectores?
Bien
pues, primero que nada debería decir que
esta entrada debería haberla hecho hace como dos semanas, pero por azares del
destino (flojera, cosas de la escuela y sutff) no había podido empezarla por
nada del mundo.
En
fin, ¡ya es verano! Sientan la brisa veraniega en sus rostros, salgan a tomar
un poco de aire fresco, coman chocolate indiscriminadamente sin sentirse
culpables por ello ¡hagan lo que quieran por Cristóbal Colon que nadie los
juzgara!
Y
ahora si, una vez que he terminado con ese mensaje motivacional, empecemos con
lo que posiblemente han venido a leer y es mi critica/reseña/opinión/análisis de
la nueva igual no tan nueva obra de la reina Laura Gallego.
Contraportada:
Camelia
es un hada madrina que lleva trescientos años ayudando con gran eficacia a
jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales
felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a
complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita
su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles;
pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma
inexplicable…
Primer
párrafo del libro:
“La
reina observó con atención a la muchacha. Ella enrojeció y clavó la mirada en las
puntas de sus gastados zapatos. El príncipe, a su lado, hacía heroicos esfuerzos
por mostrarse sereno y seguro de sí mismo. Pero tragó saliva cuando su madre
volvió sus ojos inquisitivos hacia él.”
Último
párrafo del libro:
“Spoiler Así,
cuando el zorro saltó hacia la espesura, Camelia lo siguió; y ambos se fundieron
con el bosque, dos criaturas mágicas que daban la espalda a los mortales para
vivir en su propio mundo encantado por toda la eternidad fin del spoiler.”
*Este libro fue leído como
parte de la lectura del mes de junio del Club de Lectura Online en el que estoy
participando click aqui para conocer más detalles sobre este y su creadora.
Bien
ahora sí, empecemos
La
verdad es que no creo que esto termine siendo una “reseña” en sí, sino más bien
un análisis en cualquier caso.
Laura
es conocida porque la mayoría de sus libros se centran en mundos fantasiosos, plagados
de magia y dirigidos hacia un público meramente juvenil. Este libro no es la excepción
por su puesto.
Tuve
que leérmelo en pdf porque las editoriales mexicanas aun no lo publican por aquí,
y no sé si eso afecto un poco el hecho en como “lo digerí”
Verán,
la historia en si se disfruta, está plagada de referencias a cuentos clásicos
de hadas propios de los hermanos Grimm y contiene un ritmo adecuado.
Básicamente
nos cuenta la historia de Camelia, un hada madrina que se desvive por mantener
felices a sus ahijados, lo cual genera que se vuelva un personaje un poco
tedioso mientras se lee, es lo que se diría un personaje que logra estresarte.
La mayoría de las personas con las que hable del libro concordamos en una cosa;
la Camelia que conocemos en la primera mitad del libro es desesperante y la
Camelia que conocemos en la última mitad del libro es irreconocible. Sencillamente, creo yo, que lo que salva el libro
sin duda no es este personaje, sino la historia en sí misma y la mayoría de los
personajes secundarios.
La
verdad es que no creo que Laura haya logrado una gran obra como con Donde los
arboles cantan (por citar un libro suyo), pero es que para mí este libro me
dejo un poco indiferente.
Pasemos
a los demás personajes.
Camelia
tenía varios ahijados, y de todos ellos pudimos conocer un poco. La verdad es
que con cada uno de ellos siento que Laura quiso remarcar conductas juveniles/infantiles
que están muy presentes en la actualidad, como una forma de hacernos
reflexionar un poco sobre todas esas cosas que exigimos que se nos den y que
nos han hecho día con día avaros; y eso se lleva un punto a favor.
El
ahijado más importante en la historia es Simón, un chico de unos diecitantos
años que es mozo de cuadra y se enamora de una princesa que es heredera al
trono de un reino muy importante… una historia un tanto cliché que termina
desencadenando tragedias por todos lados. En sí, Simón no comienza siendo
ahijado como tal de Camelia, es decir, él era el protegido de otra hada madrina
amiga de esta llamada Orquídea, que al final termina dejándole el
amadrinamiento del chico a Camelia.
En
si Simón es un personaje que resulta insufrible en algunas ocasiones, y no es
porque se lo proponga, sino porque es más terco que nada… y muchas de sus
decisiones terminan ocasionando el “trágico” destino que el termina sufriendo
(no se asusten, no es del todo malo), pero después de todo, es un personaje
humano, un personaje que alcanza un grado de madurez visible al final del libro
y que hace que después termines sintiendo pena por él y por todo lo que habría disfrutado
en su vida aunque después recuerdas que él tuvo la culpa y se te pasa.
Camelia empieza a desvivirse tanto en su caso que pronto olvida a sus demás ahijados,
ocasionando que una serie de eventos terminen por hacer que estos dejen de
querer contar con su ayuda.
Un
personaje que destacar aquí es Ren, un Ancestral (un tipo de criatura poderosa
con poderes sobrenaturales), que sencillamente ha robado mi corazón. Verán, Ren
ese tipo de personajes entrañables cuyo ingenio y sentido del humor hace que le
tomes cariño. Es descrito como un muchacho/hombre con cabello pelirrojo que
puede transformarse en zorro (¿o tal vez es al revés?) y, aunque al principio
es presentado como alguien que anda a sus anchas y que no le importa nada,
conforme avanza el libro descubrimos su faceta más vulnerable, y para el final podríamos decir que se
convierte en un personaje un tanto frágil.
Ren es amigo de Camelia y es un elemento que permite que el libro no se
vuelva tan tedioso de leer en algunas partes. Lo único que me queda por decir
es que yo sufrí mucho por el después de la mitad del libro y es que dioses, no
entiendo cómo es que ella (no
mencionare el nombre porque si no será spoiler) pudo ser tan tonta como para no
darse cuenta de que Ren era quien de verdad la quería.
Otro
personaje que hay que rescatar aquí es Rosaura, ahijada de Camelia y quien es también
un elemento fundamental para el desenlace del libro. A Rosaura la conocemos de
niña al principio y para el final la vemos como una mujer ya adulta; ella es
rescatada por Camelia a principios del libro y posiblemente haya sido una versión de la
Cenicienta mientras era una niña. En sí, nunca tenemos un desenlace para ella a
lo largo de todo el libro, lo que me causo un poco de pesar porque en si fue
uno de los pocos personajes entrañables de la historia.
Ahora
volvamos con Camelia. Sinceramente, este personaje evoluciona de una manera
impresionante pero al mismo tiempo muy a la carrera. Para el final del libro
esta irreconocible; deja de ser aquella hada madrina preocupada por todo y se
convierte en alguien frio y distante, alguien completamente diferente a lo que
era el personaje al inicio. No sé si me gusto este cambio o no, pero Laura
juega muy bien con el papel bipolar de “hada madrina/bruja malvada” que
adquiere Camelia, lo cual muestra una vez más que Laura es capaz de hacer giros
en la historia muy épicos
Durante
todo el libro transcurre un periodo de tiempo de unos quince años, por lo que
muchas de las cosas que leemos al principio ya no se encuentran al final; y lo
que hace también que a mi parecer, este sea uno de los libros más crudos y un
tanto melancólicos que Laura ha escrito.
Muchas
de las cosas que suceden durante las últimas cien páginas me mantuvieron
siempre expectante y con los ojos pegados a las páginas. Sinceramente, hubo
demasiados momentos en los que no podía concebir otro giro en la historia que
solucionara las cosas de una vez por todas. Además, Laura hace un buen trabajo
haciendo que muchas de las acciones y rumbos que toman los personajes al final
del libro sean completamente coherentes, ya que podemos entender el dolor de
estos personajes y estar totalmente de acuerdo con las decisiones que toman.
Una
de las cosas que me gustó mucho de este libro es que rompe con los “esquemas”
que tenía Laura a la hora de la escritura, y es que, este libro (a diferencia
de otros suyos) contiene más de 14 capítulos como es costumbre, y la mayoría de
ellos tienen una extensión indefinida (puedes toparte con algunos de tres páginas
o más y otros que apenas abarcan uno) lo cual hace que a pesar de ser una
lectura larga, se vuelva refrescante y amena. Además, la mayoría de las
historia independientes que ahí se desarrollan terminan entrelazándose unas con
otros y llegando a un final, es decir, nada queda suelto, la mayoría de los
personajes consigue un desenlace a su historia.
A
pesar de que no es uno de los mejores libros de Laura a mi criterio y contiene
uno que otro cabo suelto, sí que lo disfrute mucho y sinceramente se los
recomiendo para que se formen su propia opinión sobre este.
Si
me ha leído hasta aquí ¡enhorabuena! Si no… lo entiendo, esto me quedo muy
largo.
Espero
sus comentarios más abajo. Si es que ya lo leyeron ¿concuerdan conmigo? Y sino ¿le
darán una oportunidad?
Recuerden
que esta es solo mi humilde opinión y están en total libertad de formarse la suya propia
Yo
me despido por aquí y espero y nos leamos pronto.
Dasvidanya!
~Natalie
Psss… AQUI hay una serie de
datos curiosos sobre el libro, por si quieren saber mas
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